Práctica Nº1

La importancia de recuperar "la cultura del ESFUERZO":

Este tema en concreto nos ha resultado muy interesante de tratar y debatir debido a que actualmente en España, quizás debido a nuestra cultura, nos es, generalmente, muy gratificante conseguir un objetivo realizando el menor esfuerzo posible, es decir, nos enorgullecemos enormemente y "sacamos pecho" si conseguimos algo que nos importa en cierto grado pero apenas nos hemos esforzado lo suficiente en lograrlo. Uno de los ejemplos en el que hemos pensado y reflexionado en el aula ha sido el ambiente en las clases de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO). Aquí, generalmente hablando, prima una especie de concurso entre ciertos alumnos por exhibir sus calificaciones habiendo realizado menos esfuerzos que el compañero. Y esto es, sin ningún tipo de duda, algo tremendamente chocante.

 Entre el artículo que nos ha sido proporcionado en clase y los documentales acerca de los sistemas educativos en distintos países, hemos señalado dos ejemplos que están en las antípodas, que son los países de Corea del Norte y de Finlandia. En Corea del Norte los alumnos se jugaban prácticamente todo su futuro a una carta en una selectividad o prueba de acceso a la Universidad llevado totalmente al extremo, una especie de servicio militar obligatorio que en muchos casos, provocaba episodios nefastos: al fracasar y no poder llevar a cabo sus pretensiones, muchos ciudadanos se suicidaban, llegando a casi 900 suicidios en escasos 5 años, lo que resulta totalmente impactante.

Por otro lado, en Finlandia no tenían los alumnos apenas deberes, señalando el documental que, como mucho, los alumnos tenían tareas de 10-20 minutos escasos en sus casas, y, aunque para nosotros fuera algo que nos resulta difícil de comprender, era un sistema educativo que funcionaba y formaba buenos profesionales. 

Una vez contrastados estos dos extremos, dijimos que España podría ser, a pesar de todos sus errores en educación, un sistema que funciona y que podría ser considerado el término medio entre Corea del Norte y Finlandia. 

En cuanto a la necesidad o no de tareas extraescolares, llegamos a la conclusión de que se deben mandar ejercicios para reforzar los conocimientos adquiridos en clase, lógicamente sin que sean ni abundantes ni extremos: tendrían que servir como ayuda para asegurar la correcta adquisición de contenidos, sin que llegue a resultar una carga, un sobreesfuerzo. 

Como una hipotética solución para recuperar esa "cultura del esfuerzo", se comentó la posibilidad de eliminar el sistema tradicional de evaluación quitando los exámenes e intentando sustituirlo por un proceso de evaluación continua donde se premie y se busque la necesidad de recuperar esa cultura del esfuerzo, en el día a día, buscando actividades que fomenten este tipo ficticio de evaluación que al principio sería chocante, pero al fin y al cabo, a través de un periodo de transición, podría llegar a normalizarse. 

Se ha hablado también de la posibilidad de incluir charlas orientativas a través de la inclusión de la figura de una especie de orientador o psicólogo, que sería clave, pues haría ver a través de ciertas actividades a los alumnos en este nuevo sistema de evaluación cómo el esfuerzo continuo nos llevará finalmente a conseguir nuestros objetivos de una manera correcta, evitando la tradicionalmente extendida y anteriormente mencionada como “cultura de la ley del mínimo esfuerzo”.