Presentación

Introducing myself


Mi nombre es Pablo Badallo Sahornil. Tengo 23 años y soy de Medina del Campo, pueblo bastante conocido de la provincia de Valladolid a escasos 50 kilómetros de distancia, cuya historia es envidiable, por ejemplo por ser el lugar en donde Isabel la Católica murió y testó, entre otras cosas. 

Estudié el Grado en Estudios Ingleses (lo que correspondería a la antigüa Filología Inglesa) en la Universidad de Salamanca. 

Debido a los estudios que decidí comenzar, me propuse prácticamente la obligatoriedad de vivir al menos un curso académico fuera de España, en algún lugar cuya lengua madre fuera el inglés. Tuve la suerte de ser elegido para disfrutar de una beca Erasmus y pude irme al lugar de mi primera elección, a Reino Unido. Concretamente, estuve viviendo un año en la ciudad de Leicester, en el condado de Leicestershire, a unos 150 kilómetros al norte de Londres. A nivel académico, este año fue totalmente satisfactorio, e incluso más a nivel personal. Aunque prácticamente echara de menos todos los días a mis familiares y amigos, tuve suerte de rodearme de gente que hizo mi estancia lo más amena posible, potenciando mi inglés hablado o speaking, ya que, quisiera o no, estaba en la obligación de usarlo a todas horas.

Uno de los motivos por los que decidí inclinarme por esta ciudad y no por la capital inglesa fue por el club de fútbol Leicester City, quien logró una famosa hazaña futbolística que probablemente no podamos volver a disfrutar nunca.

En cualquier caso, esta reflexión acerca de mi postura a la hora de elegir destino me da pie a señalar una de mis mayores aficiones: el deporte, y, en especial, la natación. 

La natación es un deporte que siempre me llamó la atención practicarlo, y desde hace unos cuantos años decidí hacerlo de manera constante. El ir prácticamente a diario a nadar a la piscina de mi pueblo me hizo replantearme la vida en cierta manera, en por qué no buscar una salida profesional a ese deporte para poder al menos tener ciertos ahorros para mis gastos personales. Entonces decidí formarme como socorrista, obtuve el título y este ya ha sido mi segundo año que trabajo ejerciendo esta función. Es un trabajo sinceramente aburrido, pero dentro de lo que cabe es algo que personalmente me gusta bastante, por el contacto con mis compañeros y por los conocimientos que he ido adquiriendo sobre primeros auxilios, los cuales deberían ser totalmente obligatorios en algún momento de la enseñanza secundaria. Al fin y al cabo, el saber no ocupa lugar, y quién sabe cuándo podríamos tener que emplear alguna técnica de primeros auxilios a lo largo de nuestra vida.

Ya como socorrista y con la carrera prácticamente terminada, decidí también formarme como monitor de natación, y, aunque aún no he ejercido como tal, sí he tenido la oportunidad de estar un mes en prácticas en la piscina de Medina del Campo, ayudando a mayores y pequeños a iniciarse en el mundo acuático. 

En definitiva, personalmente considero tremendamente importante el deporte en nuestra vida cotidiana porque nos permite darnos cuenta de cómo los objetivos que tengamos pueden alcanzarse con el esfuerzo necesario, algo que podría perfectamente extrapolarse al ámbito educativo. Nada es imposible, siempre y cuando las personas tengan la confianza en sí mismos.