Actividad de Reflexión y Análisis Nº6

Libro Blanco de la Profesión Docente y su Entorno Escolar

Como propuesta general a esa decimotercera propuesta que ofrece José Antonio Marina acerca de la inspección educativa, señalando como "imprescindible una reactivación y reordenación de la inspección educativa", hemos llegado a la conclusión en nuestro grupo, tras un interesante debate, reformar esa propuesta señalando la necesidad de "reactivar una inspección educativa basada en la objetividad". La manera en que esta inspección educativa sea lo más objetiva posible sería a través de la observación regular de los docentes. El cómo conseguir esto es muy sencillo: el sistema educativo tendría que ofrecer más plazas de inspector, aumentando así el número de trabajadores, de manera que en un período de un trimestre, por ejemplo, 2, 3 o incluso 4 inspectores distintos acudan al aula del docente para examinar y ver in situ las potencialidades y aspectos a mejores del trabajador.
De esta manera, una vez finalice ese trimestre, se pondrían en común los informes de todos los inspectores y se elaboraría un informe final, que se repetiría trimestralmente para realizar un informe definitivo a final de curso. Es decir, lo que se pretende es elaborar una especie de comisión de inspectores educativos que fomenten el buen hacer de los profesores, juzgándolos desde distintos puntos de vista con el objetivo de alcanzar una objetividad plena, cumpliendo así con su función de asesoramiento pedagógico.
De esta forma, los inspectores cumplirían también esa otra función de ayudante en la gestión de los centros educativos, pues cada vez que acudiera a los distintos centros, podría observar detenidamente el funcionamiento de cada uno, pudiendo hacer esa comisión formada por varios inspectores un seguimiento rutinario y total, fomentando así un mayor control para garantizar una educación de calidad.

Donde no nos hemos puesto tan de acuerdo ha sido tratando el tema de la asistencia a esos cursos de formación y reciclaje de conocimientos. Es obvio que los tiempos cambian rápidamente y que todos tenemos que actualizarnos en todos los ámbitos de la vida. Sin embargo, no nos ha quedado muy claro quién sería la figura que evaluase al inspector en la adquisición de nuevos conocimientos. Es decir, ¿quién inspecciona a es@s inspector@s? Aunque estos profesionales tengan un alto cargo dentro de la administración pública educativa, tendría que verse quién es el que se encarga de que estas personas, sin duda altamente cualificadas, verdaderamente siguen cumpliendo los requisitos para desempeñar su función. Es decir, no deben quedar exentos los inspectores de inspecciones, "valga la redundancia".

Comentarios

Entradas populares de este blog

Complemento a la Actividad de Reflexión y Análisis Nº19

Actividad de Reflexión y Análisis Nº 20

Actividad de Reflexión y Análisis Nº15