Actividad de Reflexión y Análisis Nº7
Ventajas y desventajas del Homeschooling
El "homeschooling" es un término anglosajón vinculado con lo que por tierras de Elisabeth II también conocen como "home education". Estos términos ya de por sí nos sugieren su verdadero significado. Al español podríamos traducirlo como educación en casa, y, básicamente, consiste en cumplir con la obligación estatal de escolarizar a los menores de edad, garantizándoles su derecho constitucional a la educación. Sin embargo, este modelo de educación entiende que este proceso educativo ha de llevarse en las propias casas de los alumnos, ejerciendo los padres o tutores legales como sus profesores.
Este tema ha generado gran controversia, puesto que es un modelo relacionado completamente con la conocida como "educación libre", en la que son los padres quienes eligen cómo exactamente sus hijos van a ser educados en el área del aprendizaje ya que serán ellos directamente quienes ejerzan la función de instructores.
Aunque me gustaría tratar este tema con la mayor objetividad posible, a la hora de analizar las ventajas e inconvenientes de este tipo de educación, me resulta inevitable ceñirme más a los fallos del "homeschooling" que a sus supuestas potencialidades.
Por un lado, es totalmente cierto que este tipo de educación genera un alto grado de independencia y autonomía en sus alumnos, pues aunque son sus propios padres los que ejercen como profesores, son los alumnos quienes tienen esa capacidad de, gracias a la cercanía del vínculo creado en esa relación paterno-filial, exigir en cierto modo a sus progenitores que pueden realizar sus propias tareas sin la necesidad de una supervisión extrema. También, el hecho de que sus propias casas sean sus aulas educativas puede generar un ambiente de tranquilidad y desahogo en donde los alumnos puedan potenciar todas sus habilidades y descubrir sus verdaderos puntos fuertes gracias al lugar de trabajo/estudio, sintiéndose libres de presiones generadas por otros compañeros, en este caso inexistentes.
Sin embargo, el número de desventajas que esta educación crea es, bajo mi punto de vista, totalmente desproporcionado en comparación con esos supuestos puntos fuertes. Primeramente, estamos atentando contra el proceso de socialización de los alumnos. No debemos olvidar que los alumnos son seres humanos, y por tanto animales puramente sociales. Que estos alumnos educados en ese tipo de educación libre solamente se relacionen con otros pares en actividades extraescolares me parece, en cierta manera, un pequeño grado de discriminación al estar los padres/profesores evitando este contacto social en las aulas.
Por la parte que les toca a los padres, estos deberían tener un tiempo de dedicación prácticamente total y exclusivo para sus hijos-alumnos, lo que es inconcebible con la sociedad económica de hoy en día, pues si ninguno de los progenitores tiene un buen sueldo, ese núcleo familiar no podría subsistir. A raíz de este tema, esa familia que decide en un momento dado educar a sus hijos en esta educación libre debe tener unas condiciones económicas notablemente excelentes para poder disponer de espacios amplios en donde llevar a cabo estas clases, suficiente material escolar y académico... en definitiva, tener una posición social y económica privilegiada.
Estos padres-profesores no pueden pretender ni en el mejor de los casos ser unos expertos, curricularmente hablando, en todas las materias que están impartiendo a sus hijos-alumnos. Creo firmemente que, aunque el saber no ocupa lugar, no podemos exigirnos a nosotros mismos ser unos maestros en todas las facetas académicas porque, si nos creyéramos que pudiéramos serlo, estaríamos siendo, en cierto modo, un poco hipócritas. Creo que es mejor especializarse en un área de conocimiento que tratar de saber todo sobre lo demás.
Y, para finalizar, el hecho de no llevar a estas personas a un aula convencional no nos permite hacer que estos alumnos vean y experimenten el fracaso. Esto es muy importante: en cierto momento, toda persona tiene que experimentar ese miedo a fracasar para hacerse una mínima idea de lo que puede venírsele encima en el mercado laboral y en la vida en general. Los padres-profesores, por muy buenos que sean como docentes, siempre tendrán el objetivo de proteger a sus "crías" y, por tanto, estarían ciegos y no enseñarían a sus hijo-alumnos la posibilidad de que el fracaso pueda llegar en cualquier momento.
El "homeschooling" es un término anglosajón vinculado con lo que por tierras de Elisabeth II también conocen como "home education". Estos términos ya de por sí nos sugieren su verdadero significado. Al español podríamos traducirlo como educación en casa, y, básicamente, consiste en cumplir con la obligación estatal de escolarizar a los menores de edad, garantizándoles su derecho constitucional a la educación. Sin embargo, este modelo de educación entiende que este proceso educativo ha de llevarse en las propias casas de los alumnos, ejerciendo los padres o tutores legales como sus profesores.
Este tema ha generado gran controversia, puesto que es un modelo relacionado completamente con la conocida como "educación libre", en la que son los padres quienes eligen cómo exactamente sus hijos van a ser educados en el área del aprendizaje ya que serán ellos directamente quienes ejerzan la función de instructores.
Aunque me gustaría tratar este tema con la mayor objetividad posible, a la hora de analizar las ventajas e inconvenientes de este tipo de educación, me resulta inevitable ceñirme más a los fallos del "homeschooling" que a sus supuestas potencialidades.
Por un lado, es totalmente cierto que este tipo de educación genera un alto grado de independencia y autonomía en sus alumnos, pues aunque son sus propios padres los que ejercen como profesores, son los alumnos quienes tienen esa capacidad de, gracias a la cercanía del vínculo creado en esa relación paterno-filial, exigir en cierto modo a sus progenitores que pueden realizar sus propias tareas sin la necesidad de una supervisión extrema. También, el hecho de que sus propias casas sean sus aulas educativas puede generar un ambiente de tranquilidad y desahogo en donde los alumnos puedan potenciar todas sus habilidades y descubrir sus verdaderos puntos fuertes gracias al lugar de trabajo/estudio, sintiéndose libres de presiones generadas por otros compañeros, en este caso inexistentes.
Sin embargo, el número de desventajas que esta educación crea es, bajo mi punto de vista, totalmente desproporcionado en comparación con esos supuestos puntos fuertes. Primeramente, estamos atentando contra el proceso de socialización de los alumnos. No debemos olvidar que los alumnos son seres humanos, y por tanto animales puramente sociales. Que estos alumnos educados en ese tipo de educación libre solamente se relacionen con otros pares en actividades extraescolares me parece, en cierta manera, un pequeño grado de discriminación al estar los padres/profesores evitando este contacto social en las aulas.
Por la parte que les toca a los padres, estos deberían tener un tiempo de dedicación prácticamente total y exclusivo para sus hijos-alumnos, lo que es inconcebible con la sociedad económica de hoy en día, pues si ninguno de los progenitores tiene un buen sueldo, ese núcleo familiar no podría subsistir. A raíz de este tema, esa familia que decide en un momento dado educar a sus hijos en esta educación libre debe tener unas condiciones económicas notablemente excelentes para poder disponer de espacios amplios en donde llevar a cabo estas clases, suficiente material escolar y académico... en definitiva, tener una posición social y económica privilegiada.
Estos padres-profesores no pueden pretender ni en el mejor de los casos ser unos expertos, curricularmente hablando, en todas las materias que están impartiendo a sus hijos-alumnos. Creo firmemente que, aunque el saber no ocupa lugar, no podemos exigirnos a nosotros mismos ser unos maestros en todas las facetas académicas porque, si nos creyéramos que pudiéramos serlo, estaríamos siendo, en cierto modo, un poco hipócritas. Creo que es mejor especializarse en un área de conocimiento que tratar de saber todo sobre lo demás.
Y, para finalizar, el hecho de no llevar a estas personas a un aula convencional no nos permite hacer que estos alumnos vean y experimenten el fracaso. Esto es muy importante: en cierto momento, toda persona tiene que experimentar ese miedo a fracasar para hacerse una mínima idea de lo que puede venírsele encima en el mercado laboral y en la vida en general. Los padres-profesores, por muy buenos que sean como docentes, siempre tendrán el objetivo de proteger a sus "crías" y, por tanto, estarían ciegos y no enseñarían a sus hijo-alumnos la posibilidad de que el fracaso pueda llegar en cualquier momento.
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