Actividad de Reflexión y Análisis Nº9
Análisis del Proyecto Educativo del IES Gómez Pereira de Medina del Campo
El proyecto educativo sobre el que voy a realizar un breve análisis personal es aquel que tiene el instituto de enseñanza secundaria de donde provengo, en donde estuve 6 años de mi vida realizando tanto la ESO como el Bachillerato. Este proyecto educativo está disponible en el siguiente enlace: http://iesgomezpereira.centros.educa.jcyl.es/sitio/index.cgi?wid_seccion=18
Siguiendo mi experiencia personal en el centro, evidentemente desde el punto de vista social fue enormemente enriquecedor puesto que allí pude entablar y reforzar las que hoy son mis amistades más cercanas.
Desde el punto de vista educativo, creo que lo que más quería el centro recalcar en todos los alumnos era la necesidad del esfuerzo, respeto y tolerancia hacia los demás y la obligación de asistencia a todas las clases.
Con respecto a este último aspecto, lo conseguían y lo llevaban a la práctica avisando prácticamente al instante a los padres o tutores legales en caso de que un alumno se encontrara fuera del aula, aunque este tuviera, por ejemplo, cita con el médico y los padres fueran ya conscientes de ello. En caso de que los padres no fueran conscientes, creo que esta técnica permitía al centro lograr una asistencia casi total a las clases debido a la presión que ejercían los profesores en el ámbito familiar haciendo que estos recordaran la obligación a los hijos de asistir a las clases a diario.
En cuanto a la tolerancia y al respeto hacia los demás compañeros del centro era evidente, debido a que en ocasiones coincidimos con personas de distintas etnias y minorías sociales. También, en múltiples ocasiones hacía el centro distintas actividades en donde las distintas clases de alumnos debíamos entremezclarnos, favoreciendo así la convivencia mutua.
Finalmente, y al respecto de esa cultura del esfuerzo, los profesores estaban continuamente ejerciendo una enorme pero buena presión sobre nosotros, como alumnos, con el fin de que hiciéramos tareas extraescolares que nos permitieran una mejor retención de los contenidos curriculares. Esto se traducía en resultados académicos, por lo general, bastante altos, que pudieron mantenerse a lo largo del período de bachiller, trasladándolos hasta la famosa selectividad o PAU, en mi caso.
Haciendo una breve lectura y habiendo comentado con gente cercana al centro acerca de lo que supuso para mi el proyecto educativo del centro de secundaria especificado, veo que no ha cambiado prácticamente nada y siguen aún incidiendo en la necesidad del esfuerzo como antídoto para lograr los objetivos académicos que cada alumno se haya propuesto. El hecho de que aún prosigan muchos de los profesores que me impartieron las clases haya favorecido que el proyecto académico no haya cambiado radicalmente y sigan bajo esa línea que les permite seguir sacando lo mejor de cada alumno de cara a que estos puedan desarrollar los grados universitarios o formaciones personales que cada uno desee.
El proyecto educativo sobre el que voy a realizar un breve análisis personal es aquel que tiene el instituto de enseñanza secundaria de donde provengo, en donde estuve 6 años de mi vida realizando tanto la ESO como el Bachillerato. Este proyecto educativo está disponible en el siguiente enlace: http://iesgomezpereira.centros.educa.jcyl.es/sitio/index.cgi?wid_seccion=18
Siguiendo mi experiencia personal en el centro, evidentemente desde el punto de vista social fue enormemente enriquecedor puesto que allí pude entablar y reforzar las que hoy son mis amistades más cercanas.
Desde el punto de vista educativo, creo que lo que más quería el centro recalcar en todos los alumnos era la necesidad del esfuerzo, respeto y tolerancia hacia los demás y la obligación de asistencia a todas las clases.
Con respecto a este último aspecto, lo conseguían y lo llevaban a la práctica avisando prácticamente al instante a los padres o tutores legales en caso de que un alumno se encontrara fuera del aula, aunque este tuviera, por ejemplo, cita con el médico y los padres fueran ya conscientes de ello. En caso de que los padres no fueran conscientes, creo que esta técnica permitía al centro lograr una asistencia casi total a las clases debido a la presión que ejercían los profesores en el ámbito familiar haciendo que estos recordaran la obligación a los hijos de asistir a las clases a diario.
En cuanto a la tolerancia y al respeto hacia los demás compañeros del centro era evidente, debido a que en ocasiones coincidimos con personas de distintas etnias y minorías sociales. También, en múltiples ocasiones hacía el centro distintas actividades en donde las distintas clases de alumnos debíamos entremezclarnos, favoreciendo así la convivencia mutua.
Finalmente, y al respecto de esa cultura del esfuerzo, los profesores estaban continuamente ejerciendo una enorme pero buena presión sobre nosotros, como alumnos, con el fin de que hiciéramos tareas extraescolares que nos permitieran una mejor retención de los contenidos curriculares. Esto se traducía en resultados académicos, por lo general, bastante altos, que pudieron mantenerse a lo largo del período de bachiller, trasladándolos hasta la famosa selectividad o PAU, en mi caso.
Haciendo una breve lectura y habiendo comentado con gente cercana al centro acerca de lo que supuso para mi el proyecto educativo del centro de secundaria especificado, veo que no ha cambiado prácticamente nada y siguen aún incidiendo en la necesidad del esfuerzo como antídoto para lograr los objetivos académicos que cada alumno se haya propuesto. El hecho de que aún prosigan muchos de los profesores que me impartieron las clases haya favorecido que el proyecto académico no haya cambiado radicalmente y sigan bajo esa línea que les permite seguir sacando lo mejor de cada alumno de cara a que estos puedan desarrollar los grados universitarios o formaciones personales que cada uno desee.
Un gran análisis amigo, a ver si consigues entrar a formar parte del profesorado de nuestro querido instituto medinense. trabajas duro día a día, seguro que obtendrás tu recompensa y apostaría que si llegas al profesorado te harás adicto al café jajajajaja
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